jueves, 3 de enero de 2013

querido diario,
que gacho cuando te sientes perdido.

Estoy cansado de llorar, de estar celoso, triste...de morirme de celos, de dolor, de vacío, de esa soledad que no se va.
Más feo es que hay días donde amanezco y no sé si quiero seguir viviendo, porque no tengo fuerza ni entereza para luchar por mis supuestos sueños.
No sé si quiero en verdad escribir, me cuesta mucho estos días, y me pregunto si es lo qué en verdad quiero hacer. De la misma manera en que me pregunto si antropología es el camino que debo seguir.
no es que no vea un camino, veo muchos. El problema es que no siento ganas de hacer ninguno....
No encuentro ni pasión, ni deseo, ni añoranza. Nada. Seca. Muerta.

Hoy el cielo era rídiculamente azul. Azul de agosto, azul del cielo de esa ciudad a la que ya me da miedo volver, aquella ciudad que dure tantos, tantísimos años amando, y que hoy simplemente, me asquea...
Es increíble como un pendejo y una pinche vieja puta resbalosa te pueden matar el gusto por tantas cosas.

Hoy no me supo a enero.
Pero tengo que acostumbrarme a estar sola. A esta soledad asquerosa, que parece sobrellevarse mejor en compañía de la tv, la música y el netflix.
GDL va a ser así.... el resto de mi vida va a ser así.

Hoy no me siento bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Retroalimentación Requerida