jueves, 31 de marzo de 2011

Sueños a finales de Marzo

(Entrada inusual, pero que se comprende debido a la cantidad de sueños fumados que he tenido estos últimos días)

Todo aquel que me conozca un poco más a profundidad sabrá las dos cosas más importantes sobre mis sueños: Nunca sale el sol en mis sueños, y nunca sueño con agua.
Por qué esto último?: porque no sé nadar, y porque hasta hace algunos años era preferible arrancarme una pierna que meterme al agua...

Cuando soñaba con la playa nunca había agua, sólo un interminable desierto. Alguna rara ocasión soñé con canales de agua sucia, o con ríos muy crecidos... Lo más cercano que había soñado con el agua era la sangre... Nunca llueve... hace algunos años soñé con una minúscula fuente de agua perdida en un bosque. Pero hace 3 días, mi mente me sorprendió.

Soñé con una playa como es debido, sillas, mesas, arena, turistas, olas, toda una bahía. Seguido de eso, soñé con un río, y yo estaba adentro, sujetándome de un puente, con el agua tranquilamente hasta el cuello, mientras veía las plantitas crecer al rededor. Había otras personas nadando en el río.

Ayer soñé que estaba en la plaza Tapatía comprando souvenirs artesanales, luego, que subía a un edificio muy alto, en ascensor, pero que sólo servía para subir, y que si querías bajar, tenías que usar las escaleras, o meterte por un ducto oscuro y estrecho donde habitaban los muppets (XDDDD). Como decidí optar por las escaleras, mi mene hizo un corte de escena, y me apareció en el lobby del edificio. Luego subí al auto de mi tía, tomamos la calle, y comenzó a llover en cuanto pasábamos bajo un puente peatonal.... Pero sólo llovía al frente, la parte que dejábamos atrás estaba seca.

Hoy soñé que lavaba un patio, que estaba lleno de lodo, con una manguera, (Agua otra vez), y que toda la suciedad se iba por el resumidero; también que me regalaban un chocolate de un metro de largo, y que me subía a un autobús, junto a uno de mis amigos, y un tipo que iba sentado delante, quería robarme mi chocolate gigante. Y en la nota subconsciente obvia y cursi, que Andrea volvía de Estados Unidos, y que tras un enorme abrazo, la conducía vendada de ojos, hasta su príncipe azul, vestido como el tipo de "Enredados", para que se reencontrara con su princesa.

Nuevamente no hubo sol, pero mis sueños se están acuatizando un poco... ¿Qué me querrán decir?

Nota: dos noches después tras haber escrito esta entrada, soñé con agua una vez más: el primer sueño trataba de que volvía de casa de mi abuela, y comenzaba a llover cuando yo iba caminando en la calle, entonces me puse debajo de un árbol muy bonito y no muy grande para evitar mojarme, en eso el agua se encharcó/inundó y tuve que subirme al árbol para no mojarme los pies. Aunque para seguir avanzando tuve que bajar del árbol y brincar. Alcancé a pisar un poco el charco gigante.


El segundo sueño, era que estaba en unos riscos cerca de la playa, y había otras personas conmigo, amigas mías, y en eso, todos comenzaban a correr porque venía una ola enorme, y yo me agarraba de una roca que estaba en el risco, agarraba de las manos a mis amigas, y deje que la ola se viniera sobre nosotras. Pero no nos pasó nada.

sábado, 5 de marzo de 2011

Descompresión del Sistema

Me siento algo desvelada, me duelen los músculos, la artritis está dándome lata en los brazos, me lastimé un pie... Y en estos momentos me siento como una idiota total.

Qué curioso pensar que esta misma mañana, más bien tarde, me sentía de fábula, con el autoestima y amor propio a todo lo que daba. La tarde se convirtió en noche y Cenicienta se convirtió en triste calabaza. No, no me deprimí, y nada le pasó a mi amor propio, sólo que me di cuenta de algunas cosas que tenía que desahogar....

Te juro que hay cosas que quisiera contar, quisiera deshacerme de ellas, sacarlas del sistema; puedo olvidarlas, tengo una memoria selectiva maravillosa, el problema es cuando me las recuerdan... Y el otro problema es que son cosas que por moral, ética personal, filosofía mental, etc. Son cosas que no puedo contarle a nadie... y me desespero un poquito. A veces si quisiera tener a alguien a quien poder contarle algo tan trivial y sin embargo tan íntimo y/o problemático. No es que no confíe en mis amigos, confío. Pero hay cosas que ni a un amigo se le pueden contar... O no sé.
No son intimidades, son estúpideces. Pero de esa clase de estúpideces que por pudor, pena o miedo a que te tachen de pendejo, ridículo, cursi, o una infinidad de opciones variables a cada persona, mejor te las callas. Y sí, es que cuando es una no hay problema, se te olvida y ya, pero luego se juntan, se amontonan, se hacen muchas y no sabes dónde tirarlas.

Son como muchas vocecitas que se aglomeran en la conciencia y que terminan convirtiéndose en una orquesta de voces en desorden que te comienzan a provocar pequeñas migrañas.

Quizás son cosas que ni siquiera deberían contarse, son tan intrascendentes quizás, o no valen la pena en realidad... De ser así, bueno, entonces quisiera encontrar un contenedor de basura y mandarlas a chingar a su madre...