jueves, 17 de febrero de 2011

Recuentos de mi vida escolar


Pues la noche de hoy, deseo platicarles algo sobre mi vida estudiantil. Mi difunta (y próximamente revivida), vida estudiantil.
Yo no me consideró mal estudiante, pero no diría que fui un modelo ejemplar a seguir.
En primaria era lo que se consideraba, alguien medianamente inteligente, pero que rara vez destacaba, y si lo hacía nunca estaba en el TOP...Vamos, que de la crema y nata yo era algo así como la mantequilla o el jocoque xD

En secundaria, la cosa seguía igual, pero ahora había dos maestros que juraban y perjuraban que yo tenía un potencial prodigioso y que les parecía un insulto que no figurará en el TOP de la escuela... Jamás entendí de dónde veían tal potencial.... Y gracias a eso, mi holgazán subconsciente adoptó la filosofía escolar: no te esfuerces más que lo estrictamente necesario.

En prepa las cosas se complican un poco, el álgebra se convierte en mi peor enemigo, así como la apatía,y las pocas ganas de estudiar que me inspiraba mi mediocre escuela y mis mediocres maestros (y no exagero, en verdad eran MEDIOCRES).... Me convertí entonces en el típico alumno respondón, que se vestía como quería, se desvelaba entre semana, que dibujaba en tooodos los cuadernos cuando no estaba dormido... (sic, confieso que una vez dormí cuatro clases seguidas, sólo me levantaba para decir: presente); además de que apoyaba las fugas generales, y una que otra huelga. Y pues, en lo que a la naturaleza concierne, no soy precisamente brillante, y no capto cosas complicadas a la primera.
No obstante, era una vil rata de biblioteca, siempre que mi memoria lo permitía entregaba tarea, y estudiaba para los exámenes. Pero fuera de eso, mi promedio se quedó en lo aceptable, nunca alcanzó la excelencia, ni las becas con que condecoraban a los alumnos estrellas.

Pasando a nivel universitario, las cosas mejoraron un poco. La inspiración para estudiar llegó, un poco forzada pero llegó. No obstante los malos hábitos no se fueron: seguía dibujando, seguía durmiéndome, y al menos, en los primeros semestres de la carrera, seguía fugándome de las clases. Y mi filosofía de escuela brillaba en todo su esplendor. Sí la clase me gustaba, le ponía toodos los kilos, si no, pues simplemente no.

Confieso que al principio de la carrera, con el orgullo herido, medio me juré a mi misma que iba a demostrarles a aquellos que no me apoyaban, que me volvería una alumna merecedora de beca de excelencia, graduada con honores, tésis, bla bla bla bla bla....
Con el paso de los semestres, y la existencia de compañeros matados, super genios y similares, me di cuenta que mis iniciales y ambiciosas aspiraciones, con mis super habilidades de estudiante, eran un sueño vil.... Alguna vez lo intenté: un semestre me quemé las pestañas, pero no superé a la alumna estrella del salón. Ni en mis sueños.
Así que, mis aspiraciones, se quedaron en el franco y conformista olvido, hasta que llegó el semestre de hacer tésis... Pero esa historia ya la conté en entradas anteriores: el aborto de tésis, me deprimí porque no podría graduarme por tesis, bla bla bla bla....

Y para colmo de colmos, el examen cENEVAL, el de final de carrera, el que yo juré que sacaría una buena calificación... Bueno, confieso que la noche anterior me puse una guarapeta en una noche bohemia con algunos escritores de la ciudad, así que.. Eso, aunado a mi pésima preparación para el examen, dio como resultado un decente 9.4. Mientras que por otro lado, mi promedio global de la carrera era 9.3.... Sobra decir que me graduaré por examén...

A qué viene todo este recuento de mis vergüenzas escolares?
Pues que hace dos días me llamaron a mi casa para decirme que me había ganado una beca de excelencia... Confieso que cuando lo oí me eché a reír, pensando que era una broma. Y ya hablé y confirmé, que en efecto, por algún milagro perturbador, había superado a los genios y matados del salón en ese último semestre tan cruel para mí (porque me sobé el lomo horriblemente, con resultados no gratos)... O al menos eso pensaba.

¿Quién hubiera dicho que la alumna más holgazana y despistada, que llegó cruda a un examen, y que no se pudo graduar por tésis, habría logrado, en un inesperado final, sin pensarlo ni proponerselo, una de sus metas?

¡Qué ironía!¿No?
Quizás en verdad no soy tan mal estudiante después de todo xD

P.D. Sí, la de la foto soy YO. xDDD

miércoles, 9 de febrero de 2011

De secretos y otras breves tribulaciones


A raíz de una platica con un amigo, me quedé pensando en los secretos, esos pensamientos, ideas, acontecimientos, que debemos/tenemos/queremos callar, y a veces hasta las últimas consecuencias, llevarlos a la tumba misma.

Pensaba en si tendría un secreto tan grave, pero me di cuenta que dada mi naturaleza a callarme la mitad de todo lo que en verdad pienso, creo que definitivamente tengo muchas cosas que habré de llevarme a la tumba.

No sólo yo; ¿cuántas personas no habrá igual que yo, que por miedo, por no salir del estandar social, de lo estipulado como moral o socialmente correcto, se callan las cosas? Está bien, digo, todos tenemos secretos, todos debemos tener alguno que no queramos contar, nosotros sabremos porque; tenemos derecho a la privacidad. Pero sobre todo tenemos derecho de expresión. Se le llama libertad de expresión que no?

Si es así, porque no nos dejan ser libres???!!!!
Tenemos que convertir hasta el mínimo pensamiento en secreto, para evitar que entre en conflicto con otros individuos, que no puedan tolerarlo. ¡Que estúpidez! Podría parecer que exagero, pero no es así. Las malditas convenciones sociales de lo que es apropiado y no nos han orillado a tener que callarnos todo. ¡Chinguen a su madre!

Todos nuestros pensamientos acorralados y obligados a ser secreto.

No obstante, si ese secreto comienza a dañarnos, porque ya no podemos con él, o con las emociones que ese pensamiento que no queremos/debemos liberar en el aire, y comienza a dañarnos las tripas, los nervios y las neuronas, pues yo diría que lo mejor sería deshacerse de él.

El problema es dónde liberar ese secreto. Podríamos irnos a la punta de un cerro y gritar, o escribirlo en papel y luego quemarlo, o arrojarlo al agua en una botella ( en una manera muy anti ecológica), o contarlo a quien más confianza le tengas.... Pero.... y si no existe manera de ser libre mentalmente?

Qué queda entonces? Callarlo? Permitirle que nos haga pedazos, y entonces sí, consecuentemente irnos con él a la tumba.....

Es por eso, que aprovecho este modo de desahogo virtual y me liberaré de un par de pensamientos que me fastidian desde hace días, para que se den una idea cuan restringido a veces es nuestro mundo que no nos permite expresar ni triviliadades. Espero les de un poco de valor y quieran ser tambien un poquito más libres.
  • Odio a los bloggers de youtube. Me da la impresión que cualquier pendejo que se ponga a decir mentadas de madre frente a una webcam ya se cree blogger.
  • Jalan más dos tetas que dos carretas. Comprobado, y tristemente en un concurso de ambos sexos. Enseñar las tetas debería ser motivo de descalificación.
  • Las peleas por facebook son más pendejas todavía, que los bloggers de youtube....Bueno quizás no tanto.
  • Odio que se burlen de mi cuando estoy comiendo...
  • ¿Por qué un chico que tiene novia tiene que andar quejándose de su novia y diciendo que la de otro amigo es perfecta? Digo, si no te gusta tu novia ¿qué haces con ella? Déjala en paz y ve a buscar tu vieja perfecta. Imbecil!
  • Odio a las putas de internet que andan de ofrecidas. Pienso: en la vida real serán igual? Por lo que les quedé de dignidad espero que sí....
  • Yo también te odio, no te preocupes. No te lo digo de frente porque no quiero hacerte llorar.

(P.S. Si lo llegas a leer, sabes que está dedicado para ti)