deja de sonrojarte cuando te aprieto la panza cada q te cruzas en mis sueños
no huyas, cobarde. Salúdame de menos.
Déjate querer cinco minutos antes de despertarme
un abrazo, ¿te pido tanto?
Si no te gusta...
¿qué esperas?
Y sal de mis sueños de una vez.
O voy a hacer que te termine gustando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Retroalimentación Requerida